Existe un lugar, lejano, muy lejano, justo al cerrar los ojos, dónde viven dos princesas.
Un lugar especial, siempre es de día, siempre hay luz. El viento es suave y hace que la ropa se mueva como si
estuvieran dentro del agua. Si das un salto allí, casi casi vuelas. Y las flores susurran canciones.
Por eso, las princesas se pasan el día, cerca de ellas, aprendiendo cantinelas y jugando.
En fin, las princesas lo siguen siendo todo el día, pero al abrir los ojos, es hora de ir a la escuela…