El hada enamorada 1 y La tentación 2

«La tentación»

Técnica mixta al óleo

Olga Artigas

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Las prisas.

Por Inma Flores

Esta mañana salía corriendo de casa, enfundada en mi abrigo rojo y sobre mis tacones del mismo color. Me sentía una Diosa sobre esos doce centímetros de tacón y con el cinturón abrazando y moldeando mi cintura. Miré el reloj, era tarde. Instintivamente paré alcé uno de mis brazos y paré un taxi. — Buenos días, señorita, ¿Hacia dónde la llevo? — preguntó el taxista. — Hacia el Parque Mayor— contesté con rotundidad. Apenas pasaron 8 minutos estaba delante de mi oficina. Apresuradamente busco mi cartera en el revuelto y enorme bolso. — ¡Horror! Anoche dejé 50 euros a mi vecina y sólo me queda una moneda de 2 euros en la cartera. — Mi cara estaba descompuesta mientras comentaba la situación al taxista. Mientras él sonreía de forma picarona. — No se preocupe, la puedo volver a llevar a casa, quizás allí consiga abonarme la carrera — contestó con voz socarrona— — ¡Volvamos entonces!— contesté, mientras sacaba el móvil del bolso dispuesta a decir a mi jefe que llegaría tarde, pues se me habían pegado las sábanas.

Inma Flores © mayo 2013

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Alex Caderón

Ahora estás dormida, y yo pensando en cómo serán tus ojos cerrados, nunca los vi, pero imagino a tus pestañas como a mariposas perezosas con las alas plegadas esperando un día de sol, imagino tu respiración tranquila y sosegada y tus sueños en los que quiero salir. Imagino tus piernas encogidas, descansando para llevarte adonde desees en el día que te espera, que seguro será maravilloso. Imagino tus manos, esas manos que anhelo, esas que agarran, abren, cierran, esas que te peinan y acarician, esas manos a las que quiero enseñar a recorrerme. Te amo mi vida, te amo cuando duermes, cuando te enojas, cuando te ríes y cuando me castigas con tu silencio. Te amo despierta, porque despiertas el amor que te tengo, te amo dormida, porque duermes conmigo, te amo así, a tiempo completo, así nuestro amor nunca descansa, un amor eterno en el día, lo llenamos de nosotros, de ti y de mí. Jamás pensé que quererte así pudiese hacerme tan feliz. En sueños te persigo, te me escapas, dulce ilusión, te me escapas entre la maleza cómo el Hada huidiza que solo deja entrever su imagen antes de conquistar mis sueños. Ahora sólo me falta encontrarte, pero cuando lo haga, cuando te ponga rostro dejaré de amar al amor para amarte a ti, quien quiera que seas….

Arrebatadora locura

por Frank Spoiler

http://frankspoiler-alma-sin-destino.blogspot.com.es

 

Estoy ante ella… ¡la mujer más hermosa que había visto en mi vida…!

Su boca se abre para enseñarme una hilera de dientes perfectos, sus labios, húmedos y cálidos a la vista, me hacían sudar… la excitación me podía. De pronto se dio la vuelta y comenzó a andar, su trasero, duro y excitante, se cimbreaba provocador.

Miré delante suyo y vi que se dirigía a su alcoba, ¡Dios, mi sexo iba a estallar!

No pude evitarlo… salí tras ella. Ella se giró un instante y me sonrió, mientras se mojaba lujuriosa, los labios.

No entendía nada… pero ¿qué podía hacer, sino, seguirla obediente?

Por los nervios y la tremenda excitación (y la vergüenza), llegué unos segundos más tarde (quise “bajar” mi miembro a su estado original) pero, fue imposible, lo ajusté todo lo que pude intentando sujetarlo con el slip y… entré.

Mis ojos se abrieron como platos… ¡allí estaba ella, tumbada boca arriba en la cama! Su boca abierta, sus labios húmedos y… su sexo, me gritaban, me ungían, me arrebataban y enloquecían.

No esperé a que me llamara… desnudé mi cuerpo, mientras mi mente me decía… “Por favor si yo solo vine a traer una pizza”.

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«Arma de mujer»

Por Karina Delprato

http://resurgire.blogspot.com.es/

Hoy desperté sintiéndome diferente

me juré a mí misma,

que en tus ojos, lograría verme.

Dejaré de ser ante ti, invisible,

transformándome en la fruta más apetecible

esa, que querrás saborear lentamente,

suavemente, en todo  rincón posible.

Hoy usaré mis armas de mujer

te miraré de todas las maneras

las que  nunca  había utilizado antes,

con mi mirada atrapante, mirada cautivante.

Pintaré mis labios del color de tu deseo

dejaré huellas imborrables

humedeciendo tu infinito cuello.

Con mi lengua bailarina,  juguetona

estará en la espera, ¡Ansiosa…!

Y recorrerá tu piel tan sabrosa.

El movimiento de mi andar felino

atrapará tu atención

te embrujaré con mis curvas

hoy, seré tu adicción.

Te mirarás  en mis ojos fogosos

al fin te sentiré poseído,

cayendo a mis pies rendido

entre la pasión y desenfreno,

en la agonía de los suspiros.

Invadiré tu mundo distante

acaparé tus cinco sentidos

con la sensual melodía

y  el hechizo de  mi instinto.

Te perderás en mi piel

entre caricias y besos

entre jadeos …¡Y ésos tan esperados momentos!

los que buscábamos hace tiempo

y ninguno de los dos

se arriesgó en el intento.

Tu amor me quema

lo siento en cada poro de mi cuerpo

lograremos la pasión perfecta,

entre mis tacones rojos

y mi sensual boca de fresa.

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FABRICANDO UN RECUERDO

Isabelle Lebais

http://elhadaisabelle.blogspot.com.es/

“ Tus pupilas se dilataban cada vez que me mordía el labio pícaramente  y vi como observabas mis zapatos rojos cuando sinuosamente me acerqué a ti quitándome el vestido.

Te volví loco mientras te desnudaba lentamente y con mis manos recorría con un leve roce, lugares que nunca imaginaste que te harían gemir de placer.

Con mis dedos escribí a sangre y fuego mi nombre en tu piel como si de tinta indeleble se tratase y jamás olvidarás mi mirada cuando te dije te amo.

Te susurré al oído todo lo que querías oír y te besé como nunca nadie te ha besado, con besos eternos, donde nuestras lenguas se entrelazaron juguetonas y siguiendo después saboreándote lenta y suavemente, sin dejar un solo rincón de tu piel sin recorrer.

Sentí como tu cuerpo se estremecía cada vez que te hacía mío, haciéndote tocar el cielo, tantas veces, como fuiste capaz de soportar, hasta casi hacerte morir de placer. Hice totalmente mía tu esencia a la vez que te impregné con mi aroma de mujer.

Espero que mi recuerdo te acompañe para siempre. Te quiero.”

Dejó la nota y sigilosamente salió de su vida para siempre.

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Técnica mixta y pétalos de tulipán

Olga Artigas

  «El hada enamorada»

Karina Delprato.

http://resurgire.blogspot.com.es/

Dice el cantar de los pájaros

 que en primavera  florecen tulipanes

sus pétalos danzan al ritmo del viento

trepando por las ramas, acariciando los árboles.

Han vestido al hada que por ahí pasaba

convirtiendo  su cuerpo de madera

en una piel acaramelada,

ojos color rubí y una cabellera azulada.

Unos brazos nacieron del árbol

y abrazaron con fuerza al hada,

era el día del hechizo y  magia,

era el día que sus almas entregaban.

Así fue como en el bosque

nació el amor eternamente

entre luciérnagas y flores

entre arcoíris de colores  y el sol ardiente.

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 El hada del bosque de Kalastrepulandia

Inma Flores © 2013

Era una maravillosa tarde de principios de verano. Un grupo de amigos quedaron en pasar una agradable velada  a la entrada del bosque que se encontraba  justo a la salida del pueblo donde residían, llamado Kalastrepulandia. Al salir del instituto el último día de clase, tomaron unos bocadillos y unos refrescos, y se dirigieron —en sus bicicletas— hacia el noroeste. Pronto llegaron junto a los primeros árboles de aquel maravilloso bosque y comenzaron a juguetear… Unos se escondían mientras otros buscaban; al rato comenzaron a apostar a ver quién gritaba más fuerte;  unas horas más tarde ya casi oscurecía por completo y decidieron hacer una pequeña hoguera. Benjamín, el más espabilado de todos, llevaba una pequeña hacha y la utilizaron para cortar algunos arbustos; también buscaron algunas hojas secas que estaban cubriendo el suelo. Tras colocar estratégicamente unas piedras, formando un círculo, les prendieron fuego; así consiguieron entrar en calor. Comenzaron a contar historias de miedo, aunque en medio también se contó alguna que otra sobre los duendecillos y las hadas que habitan en el bosque.  Todos estaban expectantes y a la vez sentían cierta inquietud. Cuando la hoguera se estaba apagando tocó el turno a Kevin de avivarla; el joven estaba muy asustado y no se quiso alejar demasiado del grupo para cortar algunas ramas que avivarían el fuego, por lo que sin pensarlo dos veces, comenzó a tirar de lo que creía era un arbusto, hasta que lo arrancó de raíz. Al irlo a tirar a la hoguera, otro de sus compañeros apodado “el Coco” se dio cuenta de que se trataba de un pequeño árbol  y le pidió que no lo arrojase al fuego. Ante la insistencia del muchacho, los demás —que estaban ya cansados— decidieron que ya era hora de regresar a casa. Aprovecharían que la luna estaba redonda como un gran queso y les iluminaría el camino de vuelta, al igual que sus linternas y las luces de sus bicis. El pequeño árbol quedó tirado junto la hoguera. Pronto comenzó a tiritar, pero no de frío, pues era la noche de San Juan, sino de miedo y tristeza al haber sido separado de sus compañeros. Ahora sus raíces estaban al descubierto, no podría tomar los alimentos que la tierra le brindaba a través de ellas. Miró tristemente a la madre luna y pronto sintió lágrimas en sus ojos. ¿Ojos? ¡Tenía ojos! Se miró con muchísima curiosidad y comenzaba a tener forma humana, la forma de una preciosa niña de madera, con unos preciosos ojos negros como la noche… una melena azul petróleo —de igual color que lucía el cielo en la oscuridad de  la noche mágica—. A medida que se iba sintiendo humana, comenzó a notar cierto pudor por estar desnuda y se cubrió parte de su cuerpo con algo de musgo color ocre. Como era muy coqueta, se hizo una preciosa falda con los pétalos de algunas margaritas que encontró por el lugar… Pronto se sintió muy femenina, ágil y hasta feliz de poder pulular por entre el resto de los árboles, algunos de muchos años de antigüedad. No entendía bien qué le había ocurrido, y menos cuando al amanecer se desvaneció su imagen y comprobó que  quedó invisible ante los ojos de los humanos. Los conejitos, cervatillos, y demás animales del bosque sí que podían verla —hasta las brillantes mariposas, que se dirigían a ella para contarles todas las novedades que ocurrían a su alrededor—. Esa misma tarde llegó un grupo de excursionistas con la intención de pasear entre la arboleda. Eran personas mayores, muy mayores y curiosas. Desde la copa de un árbol —había descubierto que también podía volar— observó como uno de ellos estaba a punto de perderse; veía poco y se salía del lugar que el monitor les había indicado. Sabía que si se perdía podría ponerse en peligro y bajó rápidamente a susurrarle al oído que debía volver atrás, indicándole el camino de vuelta. El anciano le hizo caso; dio media vuelta sin saber realmente el porqué y regresó junto a sus amigos. ¡Ese era su cometido! Un pequeño árbol arrancado — por error— de la madre tierra se había convertido en una pequeña hada, el hada del bosque de Kalastrepulandia, el hada mágica que había conseguido que nadie más estuviese en peligro en ese bosque ni lastimase a sus habitantes, ya fuesen animales o plantas.

Inma Flores © 2013

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UN TOQUECITO DE MAGIA

Por Ricardo Corazón de León

ricardo-coraz.blogspot.com.es/

Un día vino un señor con unos nativos, inspeccionó el terreno. Era hermoso, el bosque más glorioso y verde que jamás había visto, lleno de alerces, hayas, caobas, cedros, abedules, robles, cerezos, palo rosa, palisandro… Se quedó sorprendido.

El hada del bosque estaba ufana y orgullosa de su selva. Sonreía.

Pero a la semana siguiente se presentó ese hombre con muchos más, con máquinas que no sabía para qué servían y se pusieron a cortar sus árboles y llevárselos.

El hada del bosque lloraba. Así, en dos semanas acabarían con un bosque más que milenario, con su vida y se preguntaba por la noche, vestida de lágrimas qué haría para protegerlo.

Y, de pronto, surgió la idea, mientras se deleitaba con el olor de los eucaliptus.

Al alba los hombres se dispusieron a trabajar esquilmando el bosque pero se quedaron atónitos ante el espectáculo: no había nada, ni un matojo, ni una liana, ni una brizna de hierba. Era el terreno más yermo y vacío con que se habían tropezado. De modo que dieron la vuelta y frustrados y confusos se marcharon.

El hada del bosque estaba pletórica. Ya sabía cómo evitar la destrucción. Volviendo invisible el bosque para los madereros.

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JUSTICIERA

por Isabelle Lebais

http://elhadaisabelle.blogspot.com.es/

– ¡Ven corre! Te voy a enseñar como es mi mundo.

Él la seguía hipnotizado desde que la vio al lado del camino. Era la criatura más hermosa que había visto nunca, mucho más bonita que las muchachas de las que se había aprovechado a lo largo de toda su vida. Se dirigían al bosque.

A su paso, los árboles agitaban sus ramas a modo de saludo y los pajarillos no pararon de revolotear y trinar hasta que extendió sus brazos y se posaron en ellos con una sutil reverencia, para después remontar  el vuelo.

Llegaron hasta un claro del bosque donde multitud de animalitos correteaban y jugaban entre las piedras que bordeaban río. El hada del pelo azul, le miró con sus profundos ojos y entonces comprendió.

Allí estaban todas las personas que habían desaparecido en la comarca, se les veía tan felices, había tanto amor que no trató de resistirse.

Miró a una pareja de conejitos que correteaban y asintió. Entendió que cada cual se convertía en lo que merecía según sus acciones en la vida. Él quería ser un pajarillo, al fin y al cabo no había sido tan malo.

Ahora es una piedra del río.

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El Hada de largo cabello azul

por Frank Spoiler

http://frankspoiler-alma-sin-destino.blogspot.com.es

Quise viajar hacia el mundo de los sueños

y embarqué en el velero de mi fantasía.

Me crucé los siete mares,

buscando entre los seres más dispares,

los que mejores sentimientos poseían.

Viendo que el viaje se alargada

y no encontraba lo que quería,

me lancé sin pensarlo de cabeza

a las templadas aguas de mis poesías,

hundiendo mis letras y mi desilusión

entre algas y corales.

mis fuerzas escapaban de mi,

cuando de pronto la vi,

una Bellísima Hada de largo cabello azul

y de hermosos ojos verdes.

Perdía ya el conocimiento cuando,

entre sus lindos brazos sujetó mis sueños

y besó con deleite mi poesía.

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Destellos de magia

por Alexander Copperwhite

http://www.alexandercopperwhite.com

Las ramas de los árboles se rozaron para que se pudiera escuchar en sus raíces la canción de la vida. Miles de mariposas levantaron el vuelo y se perdieron en la inmensidad del cielo azul, y se convirtieron en motas lila que bañaron el bosque como el rocío de las mañanas. Los colores del arcoíris aparecieron esparcidos por doquier, tiñendo los troncos, las hojas, la tierra e incluso el aire que se respira.
La naturaleza cantaba su canción preferida, mientras los habitantes del bosque se acercaban para contemplarla. La bella dama del bosque, el hada de madera que sólo aparecía cuando todo se vestía de azul, se asomaba para saludar a sus vecinos. Flotaba. Era como si el viento tomase forma y se deslizase entre los árboles, y con cada movimiento acariciase a lo vivo, refrescando sus anhelos de ser felices.
Entonces, las mariposas se perdían en el horizonte, el lila dejaba de teñir el bosque, el arcoíris se difuminaba, y los animales dejaban de atender ensimismados. Y el hada de madera, madre de las sonrisas, regresaba a su hogar escondido, aguardando al siguiente día de milagros.